TRABAJO O JUEGO
Otro equívoco bastante común consiste en oponer lo lúdico a lo laboral o, peor aún, en hacer depender lo lúdico del trabajo. Esta errónea interpretación se refleja en la dicotomía del lenguaje cotidiano: ¿Juega o trabaja? y en las falsas atribuciones de seriedad y utilidad para lo laboral, y de no seriedad e inutilidad para lo lúdico.
Se reconoce la importancia del trabajo pero, no por
ello, se acepta que sea lo único importante en la vida del hombre,
con Huizinga y Omme Grupe se puede apoyar la hipótesis de que juego y trabajo
son las dos formas básicas de la existencia humana.
En este ensayo la lúdica no es lo opuesto al
trabajo, es sencillamente algo diferente, tanto como la cognición o la
sexualidad.
Quizás el problema de la preponderancia dada al
trabajo, se deba en buena medida al predominio de una racionalidad técnico -
instrumental y pragmática, que acompaña la modernización de las sociedades
industrializadas, en combinación con la hegemonía ejercida por la ciencia
positiva, en campos como el de la educación.
Este modelo científico y socio cultural, centro el
referente de la felicidad humana en la producción, control y posesión de bienes
materiales, subvalorando todo aquello que no fuera de uso práctico, mensurable
y visible.
De esta manera se creó una ideología que atenta
seriamente contra lo afectivo, lo sensible, lo emocional, relegándolo a un
plano marginal y cargándolo de desprecio. Esto no quiere decir
que se abogue por un nuevo modelo subjetivo y excluyente de la racionalidad
técnica - cognitiva. Luis Carlos Restrepo advierte al respecto:
“No se trata de levantar la bandera de un nuevo
sentimentalismo contra los excesos de la
razón. No. Es cuestión, más bien, de comprender que
siempre en la emoción hay algo de razón y en la razón un monto de emoción”.
Por lo demás, la preponderancia ideológica que
posee el trabajo en las sociedades actuales, no ha sido históricamente
constante. En la antigüedad griega el trabajo material fue
considerado de menor valor, frente al cultivo del ocio contemplativo o
especulativo, sobre la naturaleza, el hombre y el cosmos.
Por esto no se acepta que lo lúdico sea aquello que
se opone al trabajo o aquello que carece de utilidad o seriedad. Se
puede afirmar que no hay nada más serio que el juego de un niño y que, según
los psicólogos, sin afecto y emociones el desarrollo de la personalidad se verá
profundamente afectado. Entonces cómo considerar inútil lo lúdico?
Tampoco se puede aceptar que lo lúdico sea aquello
que se hace para mejorar la actividad laboral. Seguramente que a un
desarrollo lúdico adecuado corresponderán personas mejor dispuestas para el
trabajo, pero no se puede pensar por ello que la razón de ser de lo lúdico esté
dada por o para el trabajo. La necesidad espiritual de la
entretención, la diversión y el goce es independiente del trabajo, aún sin él
(y pese a él) debe desarrollarse.
Justamente por esta equivocación de oponer lo
lúdico a lo laboral o de poner lo lúdico en función de lo productivo, se ha
generado otro equívoco, mediante el cual se asocia o confunde lúdica con tiempo
libre.
LA LUDICA COMO ACTITUD
La Lúdica como Actitud
"Lo fundamental de todo proceso pedagógico es el aprendizaje
y no la enseñanza. Es el aprendizaje del estudiante y su participación
el logro deseado." (Unesco, 1995)
En el ser humano se desarrolla una actitud lúdica que tiene su inicio a temprana edad, en el
vientre materno cuando se divierte con el cordón umbilical que lo une a su madre y succiona
su dedo cuando se aburre, luego al salir de la calidez de su progenitora se ve impelido a
conocer y comprender su medio, para lo cual es fundamental la “actitud lúdica” que le
posibilita desde los primeros momentos la capacidad de imaginar, de fantasear a través del
juego y posteriormente le permite progresivamente asir el mundo del símbolo, de la
metáfora que lleva a los mundos de la poesía, del poder jugar con las palabras, con el
lenguaje; así también, la posibilidad, por medio de la imagen, de jugar con el arte en sus
múltiples facetas.
Esta construcción de pensamiento complejo hay que mirarlo como construcciones
significativas individuales y colectivas, no se puede ver solo desde el punto de vista analítico
o lógico, más aún este proceso-resultado no es necesariamente ni deseablemente
mensurable, su construcción es virtual, no es lineal, es en red, entretejida con otras facetas
del ser.
La actitud lúdica lleva al pensamiento divergente al llevar a la búsqueda de resolución de
situaciones donde lo risible, diferente tiene cabida en el ámbito juguetón de la correría de
posibilidades. Además de su cualidad de darse en el sujeto y a partir de él, permite el uso
pedagógico y la interacción con el conocimiento cotidiano que genera la idiosincrasia y
costumbres y finalmente la riqueza cultural de las comunidades, lo que permite un ánimo
fresco, vital, amable y festivo, que es deseable en nuestros tiempos y más aún en
nuestro país.
Si como dice Freud, “el juego nace de las imposibilidades del niño de poder satisfacer sus
deseos”, entonces lo lúdico se puede presentar para el ser humano como una forma de
interactuar con el mundo, entenderlo y hacer posibles sus deseos de manera equilibrada y
con la posibilidad de por este medio disipar la incertidumbre y evadir la frustración.
En este sentido, lo fundamental en la lúdica como palabra generalista sería la actitud
lúdica, la cual hace posible la existencia de la actividad lúdica y el juego y sin la cual no
es posible realizarlas en su esencia.
La actividad lúdica se ha planteado como modelo de actividad integral desde las
doctrinas de Fröebel en 1840 que acuñó el término kindergarten como un sistema de
enseñanza fundado en el juego, este sistema de experiencia sensorial y manipulación de
los materiales influenció a María Montessori para fomentar la educación de niños por
actividades físicas y la experiencia con sus posibilidades de interacción con los sentidos.
Todo lo anterior generó posteriormente otras propuestas educativas en este sentido.
donde se fomentaba la actividad y la experiencia que brindaba la lúdica. Es hasta
nuestros tiempos en donde desde el área de la educación física se empezó a
impulsar como algo integral.
Esa actitud lúdica se preocupa por poder “salir de sí” e interactuar con el otro para
motivar al encuentro y finalmente potenciar al otro, lo cual lleva a la construcción en
común, al proceso de generar preguntas y de sus posibles respuestas y que aplicada a la
pedagogía actual sobrepasaría fácilmente el papel técnico que los modelos económicos
internacionales asignan a la educación: “(…) la pedagogía sólo sería las técnicas que
hacen posible su instrumentación, visible en la competencia de desarrollar una clase y un
programa en su área del saber, administrando el tiempo y el espacio educativo” (Mejía,
2006, p. 147).
Se construye sentido y significado en los quehaceres y disciplinas desde la actitud
lúdica, desde el afecto. No se puede aprender sin emociones y consecuentemente
tampoco se puede razonar sobre el cómo y el porqué del aprendizaje, de la disciplina o el
para qué de una sociedad.
Además, ante la gravedad de la crisis social, política y económica en la que se
encuentra sumido el país, el educador colombiano está en la obligación de emprender
una búsqueda constante de soluciones tanto a nivel pedagógico y social, puesto que la
educación es un agente posibilitador y democratizador del ser, como mencionan Ayala y
Brunetti (1992): “La democracia necesita fortalecer modelos políticos participativos. Y en
esto la educación y la comunicación son también vitales”.
De esta forma, los maestros-mediadores deben asumir su papel constructor y cohacedor
de cimientos del ser según el enfoque De Zubiría : “la finalidad de la educación no puede
estar centrada en el aprendizaje… sino en el desarrollo”.
TEMÁTICAS PEDAGÓGICAS RELACIONADAS CON LA LUDICA
De todas las temáticas relacionadas con la lúdica y de esta con la pedagogía se
consideró importante tratar los siguientes tópicos:
Didáctica
En las actuales renovaciones globales, graduales y continuas a que nos vemos
expuestos a nivel cultural, tecnológico y económico, la educación resulta afectada por
ellas y enfrenta el desafío de generarse en causa y/o estar a la altura de los
acontecimientos a que estos la enfrentan.
La didáctica entra a jugar un papel clave aquí,
pues ayuda a gestar sujetos activos, resolutivos, generadores de transformación, que
hagan del aprendizaje una actividad vital de evolución.
Este aprender constante que se da en el ser humano lleva a la validez práctica de la
disciplina didáctica, la cual acompaña y suscita el descubrimiento y encuentro del
conocimiento, que se presenta a lo largo de la vida, el cual se desarrolla en permanente
interacción con el medio y necesariamente con otros seres humanos, acción que es
convertida por la educación en integración social.
Para lo cual es imprescindible la renovación de propuestas didácticas como la lúdica, para mejorar, facilitar el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Para los fines de este trabajo usaremos el enfoque de Besave:
La didáctica se ocupa de y, a la vez, es una acción social. Esto traza sus horizontes, sus
límites y sus desafíos. La didáctica es un cuerpo de conocimientos orientado a guiar la
acción educativa, pero la enseñanza, como toda acción social, es siempre singular y
escapa a su control a partir de reglas. En tanto teoría, la didáctica debe ocuparse de lo
general y repetible, pero su destino es la situación empírica (Besave, 2007, p. 220).
Es allí donde la lúdica ayuda a construir los fines teóricos y prácticos de la didáctica en
cada situación particular. Es claro que la didáctica se reconstruye en cada caso por
actores particulares y debe tener en cuenta al sujeto al que el didacta se dirige, situación
posible de potenciar por la actitud lúdica.
La didáctica se presenta así como la actuación pedagógica en una perspectiva práctica,
por lo cual es deseable disponer de una diversidad de propuestas didácticas, modelos,
estrategias, técnicas, las cuales son necesarias para establecer alternativas de acción y
ejecutarlas, allí es donde la lúdica puede realizar aportes, a partir de los cuales se
asimilen valores, así como el logro de las competencias y técnicas.
En esta deseable pluralidad y diversidad que marcan la reflexión didáctica
contemporánea y que posibilitan al mismo tiempo una mirada acorde con la complejidad
de su objeto de estudio cabe tener en cuenta las formas más efectivas para hacer del
aprendizaje algo grato, alegre, que genere gusto, que lleve a una actitud activa,
integradora y de trabajo en equipo, que se aleje de clases alienantes, aburridoras y se
conviertan en transformadoras, motivadoras del conocimiento, y que lleve como se
menciona a nivel teórico en la ley General de Educación a:
“El desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance
científico y tecnológico nacional, orientado con prioridad al mejoramiento cultural y de la
calidad de la vida de la población, a la participación en la búsqueda de alternativas de
solución a los problemas y al progreso social y económico del país. (Ley 115, MEN,
1994)
El docente como sujeto motivador-facilitador en el proceso de enseñanza-aprendizaje
requiere permanecer en una continua búsqueda y preparación de conocimiento y sus
didácticas y a la vez reflexionar sobre cómo enseñar, cómo aprender y cuál es el estilo
de aprendizaje del estudiante.
En este sentido la didáctica se presenta como herramienta para darnos pautas sin punto
final, sino más bien puntos suspensivos en una visión de ella como el cúmulo de
estrategias pedagógicas para hacer efectivo el proceso enseñanza-aprendizaje. La
actitud lúdica en el juego del conocimiento y en el juego de aprender presenta variados
matices y propuestas, teniendo ellas un punto en común: “la búsqueda grata en la
efectividad de su cometido”.
La lúdica ayuda al docente a dar respuesta a su responsabilidad social y a sus
didácticas, a sortear los fracasos, la deserción estudiantil, los abismos generacionales, que generalmente existen, así como, las diferencias que generan a nivel práctico los
encuentros.
Es por ello, que la didáctica debe estar inscrita en la realidad sociocultural de los sujetos
de aprendizaje (docente- estudiante), con una responsabilidad conjunta de generar
aprendizaje a la par con el cambio de la tecnología (conocimiento, habilidades y costos
económicos).
Es positivo que la didáctica haya recibido el cambio epistemológico de no tener solo
leyes determinantes y positivistas dentro de su brújula, sino también abrir las puertas al
azar, teniendo como alternativa “la posibilidad”, palabras claves en la lúdica. Este cambio
se está haciendo de manera práctica, poco a poco, situación que ha sido difícil, ya que la
mente sigue enmarcada en la causa-efecto, las leyes inamovibles e inmutables, el orden
y lo que signifique ir contra este statu quo genera inestabilidad, temor y desconfianza.
¿Podríamos hallar allí el fracaso de las estrategias didácticas?, ¿buscar generar un
producto ya determinado a cambio de dejar espacio a la incertidumbre y la creación es lo
adecuado?, estas son preguntas por resolver en el tiempo y por quien desee hacerlo,
como preguntas didácticas no buscan una respuesta, sino un proceso.
Es fundamental indagar en nuevas posibilidades en la resolución de los temas y
problemas relacionados con la educación: los procesos para reformulación de diseños
curriculares, planes de estudio, selección de didácticas, concepciones sobre evaluación,
organización de ambientes de aprendizaje a lo cual la lúdica puede dar posibles
respuestas o por lo menos hacer más grata la búsqueda.
La Didáctica en las Ciencias de la Salud
Es importante tener en cuenta que a nivel de formación en ciencias de la salud la
complejidad del acto educativo aumenta, pues busca el conocimiento y el desarrollo de
las dimensiones axiológica y cualitativa que lleva a la producción de los bienes
simbólicos como menciona Díaz Barriga (2000), los cuales policonstruyen a nivel moral,
estético, ético, espiritual y cultural, hecho a ser tenido en cuenta desde la didáctica para
lograr ser objeto de cambio real en los sujetos sobre los cuales actúa.
Por ello, es deseable al plantear metodologías, estrategias didácticas en ciencias de la
salud, realizar una reflexión previa sobre:
o Desde qué punto se mira, cuál es el concepto, desde qué modelo
pedagógico, filosófico, epistemológico, para no perder la perspectiva
durante el proceso. (Hernández, 2001)
o Reconocer el contexto histórico, social, cultural, cuáles sus prácticas y
visión del proceso salud enfermedad.
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o Los diversos escenarios (atención ambulatoria, valoración en consulta,
hospitalización, atención domiciliaria, salud pública) los cuales deben ser
tenidos en cuenta al igual que los niveles de formación y recursos.
o Debe haber un conocimiento del estudiante.
Es fundamental conocer los
procesos de construcción de conocimiento de los estudiantes.
o La memorización de los conceptos hacen creer a los estudiantes que han
comprendido, pero no les ayuda a un razonamiento de los conceptos y
su apropiada aplicación. Por ende, es relevante en todo proceso de
enseñanza - aprendizaje iniciar conociendo las ideas previas de los
estudiantes, como enuncia Ausubel: “Si tuviera que reducir toda la
psicología educativa a un solo principio, enunciaría este: de todos los
factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en lo
que el alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente”.
(Ausubel, 1983, p. 151).
o Conciencia del ideal de profesional sólido que se quiere formar.
o Conocimiento de los problemas al evaluar lo clínico, ¿para qué, por qué,
qué, cuándo, cómo evalúo?, ¿cuáles son las dificultades al evaluar en
clínica?, ¿qué aspecto evalúo al estudiante en la práctica?, ¿es necesario
realizar una revisión de conocimientos previos, aptitudes, habilidades?
o A nivel actitudinal tener en cuenta la observación, liderazgo, valores.
Viendo las actitudes como tendencias valorativas, reflejo del valor.
o Las creencias y actitudes que sustentan la forma en que evaluamos los
aprendizajes. Ver la evaluación como un mecanismo de autorregulación,
aprendizaje, para mejorar, perfeccionar, modificar, para tomar decisiones.
Transposición Didáctica
Para el padre de la Transposición Didáctica, Chevallard, “un contenido de saber que ha
sido designado como saber a enseñar, sufre […] un conjunto de transformaciones
adaptativas que van a hacerlo apto para ocupar un lugar entre los objetos de enseñanza.
El “trabajo” que transforma de un objeto de saber a enseñar en un objeto de enseñanza,
es denominado la transposición didáctica” (Chevallard, 1991, p. 45). Es decir, la
responsabilidad del profesor es transformar el saber “sabio” (científico o artístico) en un
saber enseñado, con el fin de que los estudiantes puedan comprender ese lenguaje y
puedan apropiarse de este conocimiento.
…para los docentes [enseñar] significa, por un lado, la conversión de un conocimiento en
códigos entendibles, develando los objetos, las maneras de argumentación, los
fenómenos, los principios, las leyes, los métodos, los modelos propios de su saber,
Diseño Metodológico 35
disciplina o profesión, para que incidan de manera deliberada en los procesos de
transformación de sus estudiantes […] en la búsqueda de la formación integral; y por el
otro lado, significa la conversión del conocimiento para hacer posible el aprendizaje y la
formación intelectual... (Segura, 2006 pp. 146-147).
Si como menciona Chevallard “todo saber está conectado originalmente con su
productor, puesto que se encarna en él” es necesaria cierta despersonalización del saber
dando un enfoque adaptado a la situación y sujetos que intervienen en el proceso de
transmisión y construcción de conocimiento, para lo cual la lúdica puede obrar tanto
como medio de transposición y/o elemento que brinde un carisma personalizador en la
transposición del saber.
Aprendizaje Significativo
Como mencionan Novack y Gowin (1984, p. 40) hablar de aprendizaje significativo
implica sobre todo enfatizar el proceso de construcción de significados como núcleo del
proceso de enseñanza - aprendizaje que depende de cada alumno que aprende, el cual
establece relaciones sustantivas y no arbitrarias entre los conceptos nuevos y los que ya
sabe.
De tal forma que el aprendizaje es una actividad individual mientras que los
significados sí se pueden compartir e intercambiar, es un generar continuo en una
secuencia de aprendizaje de eslabón a eslabón de manera interpretativa individual.
Ausubel y otros en su libro La Psicología Educativa: un punto de vista cognoscitivo
propone la teoría de la asimilación para el aprendizaje significativo. En el presente trabajo
se destacarán los siguientes postulados:
o El aprendizaje significativo implica la modificación de la estructura
cognoscitiva del estudiante cuando interrelaciona los nuevos conceptos o
proposiciones con lo que ya sabe.
( Asimilación )
o El conocimiento se organiza jerárquicamente en la estructura cognoscitiva,
una buena estructura jerárquica inicia con conceptos amplios y continúa
posteriormente con conceptos más específicos y menos generales, por
ende, la mayoría de todo lo que se aprende implica procesos
subordinados de conceptos o proposiciones y en menor proporción
relaciones supraordinadas y combinatorias.
o El aprendizaje significativo lleva a una diferenciación progresiva, la cual se
fundamenta en un aprendizaje continuo, en el transcurso del cual los
conceptos pueden sufrir modificaciones o hacerse más explícitos
dependiendo de los nuevos conceptos que se vinculen en la estructura
conceptual.
o El contenido que va a aprender el estudiante debe ser potencialmente
significativo, es decir, el concepto debe ser sustancialmente relacionable
con la estructura cognoscitiva del estudiante.
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o Las explicaciones, demostraciones y la práctica cuando se desarrollan de
forma intencional y como tarea del aprendizaje significativo influyen en la
estructura cognoscitiva al aumentar la fuerza de sociabilidad de los
significados recién aprendidos en una actividad dada, facilitando la
retención y la relación de estos con los que ya tiene, mejora la
argumentación del estudiante en presentaciones subsiguientes del mismo
tema.
o La motivación influye en el proceso del aprendizaje significativo de manera
catalítica generando esfuerzos más intensos y concentrados con umbrales
preceptuales y cognoscitivos más pertinentes, ya que este tipo de
aprendizaje por sí mismo genera el impulso cognoscitivo del deseo de
saber, entender, dominar el conocimiento, formular y resolver
problemas.
La lúdica motiva al estudiante para la interacción de sus significados con otros y para
que aplique los nuevos conocimientos en otros contextos que genera en el estudiante
seguridad afectiva, cuando el estudiante integra el pensamiento, la actuación y la
afectividad, da significado a su experiencia. Los estudiantes establecen relaciones
subordinadas, las cuales, se caracterizan por vincular los conceptos nuevos bajo un
concepto general ya adquirido.
Los estudiantes pueden saber el significado de nuevos conocimientos, pero no los han
aprendido significativamente, al no haberlos integrado de modo activo en su estructura
conceptual (Novak y Gowin, 1984, p. 123). La lúdica permite la integración del individuo a
los nuevos conocimientos y a la relación de los mismos.
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